Sobre la existencia
Sobre la existencia, desde detrás de mis cejas hay más túneles que prados, más laberintos que cascadas, más ruido que canción. Y cierto regodeo en tal enroscado misterio... Una tarde, con la muerte embalsamada nos miramos a los ojos. Con sus ojos fríos, su mirada fija. Conversamos. Entablamos puentes de conversación errantes sin llegar a establecer un maldito diálogo coherente. Una sílaba tras otra cada vez más inútil e inconclusa, cada vez menos vestida de entendimiento, de suelo, de humanidad. Un tiroteo agudo de incógnitas irreverentes. Mi piel se pobló de suspiros, de rendición ante su manto negro de espejo infinito. Y con una reverencia sutil y un silencio codicioso me embriague de valentía hacia la vida... Pero, las perspectivas son más cielo y son más mar desde el centro del latido. Son paisaje. Son silencio. Son vertiente. Son canción. Y al final, ¿No es el latido el que otorga la experiencia?