Intento de decima para un amor

Por las veredas de mi mente se sonrojan las flores al verte sonreír pícaramente

mientras mi mirada fija te come lentamente.

Por precavida con mis honores, aún no tuve el placer de convidarte la baraja de mis colores,

endulzarte el oído con este par de versos,

abrirte la puerta de mi universo.

Pero sé que un día nuestros labios conversarán un poco más de cerca

de tan cerca como quien sus cercas ya no alberga.

Y correrá mi sal por tus mejillas, el vino será sangre, el cuerpo será cuerpo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La grandeza de aquellos caminantes

geminis

Que el eterno buscador...